lunes, 17 de septiembre de 2012

Enriquecimiento ambiental y Bienestar Animal

Enriquecimiento ambiental


Etograma y comportamiento normal
Todos los animales, domésticos o salvajes que sean, presentan una serie de comportamientos que desarrollan y que son  parte de un mosaico que llamamos etograma. Así, el etograma normal de un animal se compone de comportamientos diferentes que dependen de su especie y que necesita desarrollar para poder tener una vida normal. Desgraciadamente en cautividad no todos estos comportamientos pueden ser desarrollados satisfactoriamente, considerando que los espacios están reducidos, los animales se encuentran confinados y, en general, no podemos garantizarles todo lo que les proporciona el ambiente natural. Si esto es un problema reconocido y considerable para los animales salvajes, todo es menos conocido respecto a los animales domésticos. Pensamos que los siglos de domesticación hayan hecho “olvidar” a nuestras pequeñas “fieras” domesticas la sensación de correr en espacios  abiertos, cazar presas, percibir olores desconocidos al humano, recurrir largas distancias empujados solo por el instinto y percepciones que nosotros ni imaginamos y conocemos.
En realidad nuestras mascotas aún tienen vivos en su ADN estos instintos, tanto que si no pueden desarrollar algunos comportamientos ancestrales, pueden padecer problemas serios de comportamiento que a menudo desembocan en verdadero problemas físicos.

Ambiente y Bienestar Animal
El tema del Bienestar Animal  (BA) se ha debatido mucho en los últimos años sobre todo en la comunidad científica, aunque este interés no se haya trasladado con la misma intensidad en la sociedad civil. Quizás esto sea debido a la dificultad de definir exactamente lo qué es el BA.  Este concepto está relacionado con la integridad física y psicológica de los animales, características que no siempre son fáciles de medir. Una definición que se acepta bastante universalmente se basa en el criterio de las “5 libertades”, formulado por  el Consejo de Bienestar para Animales de Granja del Reino Unido (Farm Animal Welfare Council), en 1993.
Según este criterio, los animales deberían estar:

 •1.- Libres de hambre y sed: esto se logra a través de un fácil acceso a agua limpia y a una dieta capaz de mantener un estado de salud adecuado.
•2.- Libres de incomodidad: esto implica que a los animales se les debe otorgar un ambiente adecuado que incluya protección y áreas de descanso cómodas.
•3.- Libres de dolor, injurias y enfermedad: para lograr esto se deben instaurar  un buen criterio de medicina preventiva, así como establecer diagnósticos y tratamientos  adecuados a los diferentes estados de enfermedad.
•4.- Libres de poder expresar su comportamiento normal: para esto se les debe proporcionar espacio suficiente, infraestructura adecuada y compañía de animales de su misma especie, de modo que puedan interactuar.
•5.- Libres de miedo y distrés: para lograr esto se les debe asegurar a los animales condiciones que eviten el sufrimiento psicológico.

Como podemos notar, en estos puntos se hace mucho hincapié en el ambiente, considerando que, una vez proporcionado al animal el bienestar físico, es sumamente importante manejar correctamente el ambiente para que pueda también desarrollarse correctamente desde un punto de vista comportamental y emocional.


Indicadores de BA
Para un ojo experto puede ser posible, aunque no siempre fácil, reconocer signos de que un animal goza de un buen estado físico y emocional. Sin embargo  los propietarios de mascotas no siempre  pueden darse cuenta de que su animal padece algún tipo de trastorno, al menos hasta que ya sea grave y aya desembocado en un problema médico o etológico. Por esta razón es muy importante que, antes de adquirir una mascota, los propietarios se informen no solo acerca de su mantenimiento básico, si no también del cuidado general que el animal necesita, incluso en la esfera emocional. Este tema se hace cada día más evidente, sobre todo en la consulta etológica. Aumentan los casos de problemas de comportamiento que podrían haberse evitado solo con un correcto manejo, sobre todo en los primeros meses de vida del animal.
Hoy en día se sabe que uno de los síntomas más frecuentes y temprano de la falta de BA es la aparición de estrés.
La ciencia ha desarrollado unas técnicas que permiten utilizar indicadores fisiológicos para medir el estrés. Esto demuestra que un malestar psicológico es capaz de afectar también al correcto funcionamiento del organismo, se aún fuera necesario demostrarlo.
Sin embargo los animales nos pueden enviar “mensajes” de ayuda con su comportamiento y debemos ser capaces de interpretarlos si realmente queremos que puedan disfrutar de una vida feliz.
Algunos conocimientos pueden ayudarnos a entender si un animal está “a gusto” con su ambiente.
Primero de todo debemos saber reconocer el lenguaje corporal del animal: temblar,  tener las orejas bajadas y la cola entre las piernas, así como mostrar los dientes, gruñir y erizar el pelo, pueden ser signos opuestos entre si que pueden decirnos que el animal está reaccionando frente a algo. En muchos casos la misma agresividad puede derivar del miedo o de un estrés sufrido por demasiado tiempo. Para muchos propietarios el hecho que un perro gruña no quiere decir nada, mientras es una forma en la cual el animal nos está comunicando que algo le molesta y, en esta fase aún podemos actuar, antes que se desencadene la agresividad.
Una señal importante que algo va mal puede ser la aparición de comportamientos nuevos que nunca el animal había manifestado antes, o, al contrario, también la desaparición de algunos comportamientos normales. Un ejemplo en el gato puede ser el ronroneo. Si nos damos cuenta que desaparece mientras antes era presente, puede demostrar un cambio en el animal y en su bienestar.
La aparición de manifestaciones orgánicas puede ser provocada por problemas de bienestar, como en muchos casos de autolesiones y mutilaciones, muy frecuentes en los gatos. En estos casos podemos apreciar lamidos excesivos, zona alopécicas sobre todo a nivel de la cola y del abdomen.
Puede ser frecuente la aparición de estereotipias, comportamientos repetitivos y compulsivos que los animales aprenden a poner en marcha para reducir el estrés, sobre todo crónico. Es el caso de muchos animales enjaulados, pero también de muchos perros que sufren para no poder resolver conflictos que se establecen con los dueños o a causa de un ambiente pobre en estímulos.

La importancia de la estimulación ambiental: enriquecimiento.
La relación con el ambiente es fundamental para el bienestar de cualquier ser vivo. Observando los peces en un acuario, sabemos que el medio en el cual están inmersos es importante para su supervivencia y debe ser controlado para que ellos puedan desarrollar un correcto intercambio. Si el agua no posee determinadas características de temperatura y concentración de determinados elementos, los peces mueren. De la misma forma los animales se relacionan con el ambiente a través de una osmosis continua de sensaciones e intercambios que, en caso de no ser correctos, pueden perjudicarlos.
El enriquecimiento ambiental consiste en modificar el ambiente, también a nivel doméstico, para que los animales puedan desarrollar sus comportamientos normales y proporcionarles las condiciones nombradas en las 5 libertades. En términos más prácticos, podemos poner en nuestras casas una serie de herramientas y medidas para que el animal pueda estar entretenido, jugar, cazar, hacer movimiento y encontrar sitios para estar tranquilo y esconderse si lo desea. Teniendo presente su vida en la naturaleza, podemos improvisar juguetes, medios de estimulación física y mental, ambientes estimulantes y, sobre todo, nuestra compañía que les proporcionará estimulación social a todos los niveles. A muchas personas parece muy complicado y no creen que simplemente con introducir un juguete o una estantería o modificar el espacio pueda tener un efecto tan visible.  Tampoco se trata de gastar mucho dinero: los animales no piensan en las marcas o en las modas, solo necesitan expresar sus instintos. Algunos ejemplos muy sencillos pueden ser los juguetes kong que ayudan a los perros a mantenerse entretenidos en ausencia de los propietarios y estimulan su independencia. Una simple caja o un envase llenado con semillas puede estimular la curiosidad de un animal. En cuanto a los gatos será importante proporcionarles espacios tridimensionales, permitiéndole subir a los muebles o creando recurridos elevados.
Estimular fisica y psíquicamente un animal significa también ayudarlo a aprender a solucionar problemas y a resolver conflictos, en definitiva a tolerar mejor el estrés y la frustración, otorgándole las herramientas básicas para adaptarse al ambiente y a sus cambios.
En fui un animal bien entrenado y estimulado también será un animal más sano y aumentará su calidad de vida y longevidad. 

Artículo publicado en la web "El cielo de los perros"
http://www.adiosamigo.es/conciencia-animal/conducta-animal/270-enriquecimiento-ambiental.html